Alrededor de los tres años (algunos antes, otros después), los chicos empiezan a hacer valer su opinión cuando llega el momento de vestirse. Y es en este momento cuando podemos distinguir dos grupos de madres y padres con sus niños: los adultos enojados que “lucharon” con sus hijos y les hicieron poner lo que ellos creían más adecuado para la ocasión y los adultos que, con sonrisa resignada, van de visita a casa de la abuela con la nena en vestido de gala y zapatillas...
Ante esto, las mamás que veníamos acostumbradas a elegir su ropa sin siquiera preguntarles, nos sentimos desconcertadas. ¿Cómo manejarlo? ¿Por qué es importante que les demos la posibilidad de elegir?
http://bit.ly/2ohGMqK
Ante esto, las mamás que veníamos acostumbradas a elegir su ropa sin siquiera preguntarles, nos sentimos desconcertadas. ¿Cómo manejarlo? ¿Por qué es importante que les demos la posibilidad de elegir?
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