Bebé: Los pulmones del bebé están llenos de líquido amniótico y ya está ejercitando los movimientos de respiración. Si es una niña, ya tiene útero y cuenta con 6 millones de óvulos en sus ovarios, aunque sólo nacerá con 1 millón de ellos. Se inicia la formación de la vagina.
Si todavía no sabés el sexo del bebé, a partir de ahora, a menos que se encuentre en una posición que no permita verlo, será posible distinguir si es niña o niño.
Tu bebé mide, aproximadamente, 26 cm y pesa alrededor de 390 gr.
Foto: Centro Dr. Canetti
Embarazada: Si todavía no los notaste, pronto sentirás por primera vez los movimientos del bebé. Muchas mamás los describen como un mariposeo o burbujeo dentro de la panza, o simplemente como si fueran gases. Esos son los movimientos que tu hijo realiza al cambiar de posición o al desplazarse dentro del útero. Poco a poco irás sintiéndolos con mayor intensidad.
Con el crecimiento del útero, es normal que sientas algunos dolores en los costados del vientre -sobre todo durante una caminata, luego de hacer algún esfuerzo o de un día muy agitado- que duran unos segundos y se calman al cambiar de posición o al recostarse. Es importante que consultes a tu médico ante cualquier duda, y, sobre todo, si los dolores persisten en el tiempo y no hay descanso que alcance para calmarlos, si son muy fuertes y si vienen acompañados de contracciones.
Pareja: Aprovechando que la panza no molesta y que todavía quedan meses para el parto, podés organizar un fin de semana sorpresa: un viaje juntos, solos, lejos de la ciudad, hacia algún pueblito pintoresco o una playa paradisíaca. Una “Baby Moon” antes de la llegada del pequeñín. ¿Qué te parece?