Características del bebé: 2 años y 11 meses (35 meses)
¿Ya no hace la siesta? A esta edad necesitan dormir entre 10 y 13 horas por día, incluyendo la siesta, pero es normal que haya niños que ya no quieran hacerla. En este caso, podemos destinar un momento del día para que descanse un rato y recupere energías (¡y nosotras también!). Por ejemplo, proponerle todos los días a la misma hora un rato de lectura en la cama, con música relajante y bajando la intensidad de la luz que entra en su cuarto y los ruidos de la casa.
Si tiene un amigo o una mascota imaginaria, no te preocupes, este amigo lo ayuda a elaborar situaciones que le generan angustia, temor, dudas, etc. En él (sea otro niño, un perro o un objeto) proyecta sus sensaciones e ideas y por eso es una buena herramienta para conocer a tu hijo un poco más.
Aunque se habla de “los terribles dos”, tener un niño de 3 años también puede ser complicado. Es importante seguir demostrándole nuestro cariño con muchos besos y abrazos y decirle que lo queremos, sobre todo en medio de un berrinche. El amor y el respeto lo ayudarán a ser más independiente, seguro y respetuoso. Si sentimos que estamos gritándole mucho o retándolo todo el día, podemos probar con otras estrategias porque cuánto más persistan estas actitudes en nosotros más difícil será para él.
¿A qué jugamos?
Collage: preparándonos para su cumple podemos armar con él un collage en una cartulina pegando fotos de sus primeros años. Elegir juntos aquellas que reflejen su personalidad, a qué le gusta jugar, su mascota, su familia, su objeto preferido, etc. y también fotos del embarazo y su primer año mientras le contamos cómo era tenerlo en la panza, cuánto lo esperamos y lo contentas que estamos de verlo crecer.
A cocinar: pensá una receta sencilla como un bizcochuelo y pedile que te ayude a buscar los ingredientes, a enharinar el molde enmantecado, a pasar la mezcla al molde, etc. Una vez que la torta está en el horno puede encargarse de controlar el tiempo. Mostrale adónde tiene que llegar la aguja grande del reloj para que el bizcochuelo esté listo o dale un temporizador para que te avise cuando suene. Esto puede ayudarlo a desarrollar su sentido del tiempo y de la espera.