Características del bebé: 2 años y 7 meses (31 meses)
¡Yo solito! En esta etapa tu hijo va adquiriendo la capacidad de valerse por sí mismo, esa capacidad que tanto se necesita en la vida adulta y que se construye poco a poco. Este es un camino gradual y progresivo: adquiere nuevas habilidades como vestirse solito, bañarse, andar en triciclo, etc. a medida que va afianzando las anteriores. Todo este camino necesita de un marco de afecto, estímulo y comprensión.
No debemos olvidar que los chicos nos observan e imitan nuestro comportamiento como una manera de aprender quiénes son ellos y quiénes son los otros y qué hacen. Por eso, nada mejor que el ejemplo más que las palabras para dejar una huella.
Jugando a la mamá y al papá, a los bomberos, a la maestra va "ensayando" lo que hacen las personas. Además, expresa emociones y adquiere nuevas habilidades. Es interesante observar cómo juega y qué demuestra en este juego para conocer cosas de él que tal vez no sabe decirnos de otra manera.
¿Tiene miedo? Es normal que a esta edad aparezcan los miedos a la oscuridad, a los monstruos, etc. Ante estos temores, es importante calmarlo y acompañarlo, sin retarlo ni subestimarlo pero observando si se trata de un verdadero temor o de una estrategia para no quedarse solito en su cuarto. Los libros sobre estos temas pueden ayudarlo a ahuyentar sus temores y a conversar sobre ellos.
¿A qué jugamos?
Mantel-gol! Con un mantel que ya no uses o un retazo de tela grande (de 2 x 1,5 metros, aproximadamente) podés crear un juego que le va a encantar: recortá tres o cuatro círculos en la tela por los que pueda pasar una pelota fácilmente. Colgala tomando los extremos de manera que quede bien extendida y decile a tu hijo que trate de embocar la pelota en cada agujero. También pueden jugar a aparecer y desaparecer, uno de cada lado.
Saltando: ahora que está afinando esta nueva habilidad podés crear un circuito con distintos objetos (libros, muñecos, etc.) o aros tipo hula hula para que salte sobre ellos sin pisarlos. Primero mostrale cómo hacerlo usando los dos pies al saltar y si se le resulta difícil podés ayudarlo tomándolo de las dos manos hasta que pueda hacerlo solo.