Características del bebé: 9 meses
Tu bebé ya percibe lo que quiere decir “no” y es posible que te desafíe cuando se lo decís, tomándolo como un juego y tratando de lograr aquello que le estás prohibiendo, ya que aún no es capaz de entender el por qué de ese "no" y las consecuencias de hacer algo que no debe. Además, su curiosidad puede más! Por eso, lo ideal es distraerlo dándole otro objeto, si es que quiere tomar algo que no debe, o llevándolo a otro lugar de la casa a seguir jugando.
Para no estar todo el día diciendo “no” y que esta palabra vaya perdiendo importancia para él, lo mejor es limitarse a decirlo cuando realmente está en peligro su seguridad.
Es posible que continúe su angustia frente a las demás personas, darle seguridad conteniéndolo, evitando subestimar esta sensación o preocuparse en exceso y fomentando su relación con los otros: familiares, niñera, amigos cercanos, etc.. lo ayudará a superarla.
A medida que su primer añito se acerca, verás cómo va explorando sus movimientos, recorriendo la casa o tratando de pararse en todos lados. Los sonidos con su voz también son una novedad en esta etapa donde el balbuceo va madurando hacia nuevas combinaciones de consonantes y vocales como “pa, pa, pa” , “ta, ta, ta”, “aba”, etc..
Recordá que los andadores no están recomendados.
La libertad, siempre cuidando su seguridad, es fundamental para que pueda experimentar.
Es importante que acompañes su desarrollo valorando cada paso, por más pequeño que sea, dejando de lado críticas o comparaciones con otros bebés o hermanitos y aceptando que su ritmo de madurez y crecimiento son únicos e irrepetibles.
Sueño: a partir de los nueve meses los bebés ya se van dando cuenta de que llega la hora de dormir y muchas veces se niegan porque quieren seguir participando de la actividad con mamá y papá. Es ahora cuando pueden aparecen más los “caprichos” y llantos al ponerlo en su cuna y también los despertares nocturnos, si es que habían desaparecido.
Como a esta edad ya se instaló la cena, es bueno que después de comer hagan juntos alguna actividad tranquila como leer un cuento o cantar una canción, para ir bajando el nivel de actividad y que el bebé se vaya tranquilizando.
Encender una luz tenue y apagar el resto ayuda a que vaya comprendiendo que llegó la hora de dormir.
A veces, cuando se despiertan a la madrugada, muchos bebés solo necesitan comprobar que su mamá está, y en estos casos tal vez no hace falta alzarlos, sino solo calmarlos en su cuna, ponerles el chupete si es que lo usan o mimarlos hasta que recuperan el sueño.
Pasada esta etapa, y superada la angustia del octavo mes, muchos aprenden a dormirse solitos si se despiertan en medio de la noche.
Alimentación: ahora que tiene todo un mundo por delante para investigar, es posible que se distraiga al momento de comer. Para captar su atención, podés dejarlo experimentar con la comida, que la toque, que conozca su textura y que se la lleve a la boca el solo, con la mano o con la cucharita (siempre cuidando que sean trocitos que pueda masticar y con los que no se ahogue). Poner un mantel de plástico en el piso, debajo de su silla de comer, te ayudará a limpiar más rápido.
Verás que ahora puede masticar con movimientos rotatorios (y si tiene dientes, morder), por eso darle la comida en trocitos ayudará a que practique este movimiento.
¿A qué jugamos?
¿Tiene un montón de juguetes pero se divierte más con las llaves? Entonces, nada mejor que buscar en casa esas cosas que puedan entretenerlo sin que corra peligro:
-Botellitas con fideos y botones: podés llenar una botellita de plástico con fideos cortos, botones de colores, tapitas, etc.., cerrarla herméticamente y listo: tienen un instrumento para hacer sonidos mientras cantan o un juguete para empujar y perseguir por toda la casa.
-Romper revistas viejas o envoltorios de regalos es una actividad que ejercita sus músculos y sentidos. En este caso hay que cuidar que no se lleve trozos de papel a la boca.