¿Por qué es peligroso el uso de talco en bebés?
El uso de talco puede resultar peligroso para los más chiquitos. Te contamos por qué y con qué reemplazarlo.
El uso de talco es muy común para evitar la humedad en distintas zonas del cuerpo, pero en los bebés menores de un año puede resultar peligroso porque al ser una sustancia volátil es muy fácil de inhalar y puede provocarles problemas respiratorios y lesiones pulmonares.
Los talcos a base de polvo son los que más hay que evitar ya que, a diferencia del almidón de maíz (maicena), tienen pequeñas partículas que se respiran fácilmente.
El problema más que nada es que al usarlo cerca de los bebés es muy difícil evitar que se esparza en el aire. Si, por ejemplo, el recipiente abierto de talco se cae puede provocar una nube de polvo que para el adulto solo significa algunos estornudos, pero para el bebé puede ser riesgosa. Además, en el caso de las niñas, usar talco en la zona genital puede colaborar a que se produzca una afección llamada vulvovaginitis.
Por eso, el consejo es evitarlo y, en el caso de querer usarlo para prevenir, por ejemplo, el sarpullido por calor, optar por almidón de maíz o fécula tomando las precauciones necesarias: manteniendo el recipiente lejos del alcance del bebé, colocándolo primero en la palma de las manos, lejos de cara del bebé, y luego aplicándolo de manera que no queden restos acumulados en los pliegues de su cuerpito.
En el caso de la Dermatitis del pañal, no está comprobado que el uso de talco, de almidón de maíz o fécula ayude a prevenirla o tratarla, y hasta a veces puede resultar contraproducente si se acumula en los pliegues del pañal, así que no vale arriesgarse pudiendo tratarla de otras maneras efectivas y nada peligrosas para el bebé.
Asesoró: Dr. Guillermo Goldfarb, pediatra