El tema del control de esfínteres es muy delicado e importante, no hay que apresurarse para conseguir buenos resultados. Generalmente los niños a los 2 años de edad comienzan a tener percepción de los deseos de hacer pis o caca, pero el momento justo es muy variable. Hay que respetar cada etapa para no favorecer problemas como la constipación o la incontinencia fecal o urinaria.
Cuando el niño camine y hable va a poder referir ganas de hacer pis o caca y además va a haber madurado adecuadamente.
Hay tres etapas que son cruciales:
- Dice caca o pis cuando ya se hizo
- Lo dice cuando se está haciendo
- Avisa que se está por hacer.
Cada etapa es evolutiva y toma un tiempo variable. Generalmente es mejor comenzar con el control de orina, teniendo paciencia y evitando el castigo por no lograr la continencia.
En la primera etapa, cuando dice que se hizo, hay que cambiarlo y felicitarlo por avisar, luego mostrarle que se tira el pañal sucio mientras se lo saluda alegremente para que no piense que es algo malo o feo (a veces es útil decir "chau caca o pis", aunque suene raro). En esta etapa hay que dejar que el niño juegue con barro, plastilina o masas, y también es bueno usar recipientes para pasar agua de uno a otro, ya que estos juegos refuerzan la idea de continencia.
En la segunda etapa (cuando avisa mientras se está haciendo) no es necesario correr al baño ni desvestirlo intempestivamente, por el contrario, es mejor dejarlo solo y tranquilo, que sienta que le tienen confianza y luego cambiarlo de la misma manera que en la primera etapa. Con el tiempo se le puede ir pidiendo que avise antes y mientras tanto ir mostrándole la pelela o el inodoro adaptado para su comodidad.
En la tercera, cuando avisa que está por hacer, hay que llevarlo rápidamente al baño y sentarlo para que haga. Luego, al igual que en la primera etapa, despedir alegremente los desechos. No hay que retarlo si algún día vuelve a la etapa anterior.
Es necesario recordar que no está bien sentarlo con la pelela en el living mientras ve tele durante horas, porque eso no es lo que debe hacer cuando tenga ganas de hacer pis o caca. Además hay que tener en cuenta que el control de esfínteres nocturno es más tardío.
Este es un camino algo largo pero que todos los niños sanos en uno u otro momento terminan de recorrer exitosamente.