La mujer que elige seguir adelante con una profesión mientras ejerce sus roles de mamá, esposa, amiga, hija, hermana, entre otros tantos más, puede llegar a un equilibrio que la ayude a disfrutar de cada una de estas facetas. Pero, ¿cómo lograrlo?.
Un buen comienzo es dejar a un lado la idea de que se puede hacer de todo sin la ayuda de nadie. Las mujeres multifacéticas no son supermamás, necesitan y muchas de ellas saben pedir colaboración y compañía para poder llevar adelante cada uno de sus roles lo mejor posible.
Desde su experiencia de mamá de una niña, esposa, estudiante y profesional, la puericultora Adriana Ponce considera que si hay una elección conciente que motiva cada uno de estos roles, incluyendo sobre todo el de la maternidad, no serán vividos como un sacrificio.
Madres todo terreno
La palabra clave es “organización”, porque cuando el día a día se convierte en un huracán de obligaciones y tareas que atenta contra la armonía del hogar, se hace muy difícil disfrutar de los hijos, la pareja, el trabajo y la casa.
Contar con el padre de los chicos, hacerlo partícipe e involucrarlo en cada tarea puede resultar en un buen equipo, explica Gabriela Lima que es mamá de dos niñas y ejerce sus profesiones de psicopedagoga y periodista.
Armar una lista con la comida de la semana para adelantar las compras del súper y tener todo lo necesario en la heladera a la hora de cocinar; contar con alimentos en el freezer que puedan servir para improvisar cuando sea necesario, como masa de tarta, prepizza, pechugas de pollo congeladas, etc; adquirir un “compromiso” con la plancha uno o dos días a la semana y aprovecharlo para escuchar música o un buen programa de radio; inventar un huequito en medio de la vorágine para leer un libro, ver una película, hacer actividad física o simplemente dejar la mente en blanco durante media hora, son algunos tips sugeridos por Gabriela para ponerle un condimento extra a las actividades del hogar, mientras se optimiza el tiempo sin dejar de lado el disfrute.
Al tener la mayor cantidad de cosas posibles organizadas y las tareas divididas entre dos personas, es más fácil, o menos difícil, disfrutar de cada momento del día, sobre todo del dedicado al encuentro familiar. Porque si una mamá intenta hacer todo sola, al llegar la hora de cenar, por más que la mesa esté perfectamente armada, con platos superelaborados y la casa ordenada y limpia, va a estar cansada y de mal humor convirtiendo ese momento en un “desencuentro” familiar.
Tanto para Adriana Ponce como para Gabriela Lima, los hijos tienen que saber y sentir que su mamá es feliz, que además de criarlos le gusta hacer y disfrutar de otras cosas, ya sea de una carrera, un trabajo o un curso, algo que la gratifique más allá de la maternidad. Sabiendo esto, es posible que las madres apacigüen un poco esa sensación de culpa que las invade cuando deciden hacerse un tiempo para ellas mismas y sus proyectos.
Mamá por dos, por tres y más
Madre de tres hijos, dos de ellos mellizos, Silvia Martínez Molle, experta en lactancia y miembro de Fundalam, reparte sus días entre el trabajo, la casa, su pareja y sus hijos, ya grandes. Destreza, creatividad y paciencia son las claves para ella, si de equilibrar estos roles se trata.
Cuando los chicos eran pequeños, Silvia decidió resignar su profesión por un tiempo y dedicarse de lleno a la crianza. Contó con el apoyo de su compañero de ruta y aprendió que es importante bajarse del pedestal de supermadre, saber pedir y recibir ayuda, decirle adiós al perfeccionismo y ser más flexible en todos los sentidos.
Las etapas no son ni más ni menos que eso, etapas. Pasarán y serán reemplazadas por otras. Por eso vale la pena y el esfuerzo intentar disfrutarlas desde principio a fin.
Gabriela, Adriana y Silvia, coinciden en que las recompensas son múltiples en la maternidad y para ellas, recordar que cada etapa es única e irrepetible, aliviana las tareas y colabora en su disfrute más allá de las noches en vela, los pañales, los berrinches y la falta de tiempo.
De mujer a mujer
Hay algunos consejos que parten de la experiencia propia de cada una de estas mamás multifacéticas y que vale la pena tener en cuenta y recordar:
- Cuando las exigencias y el cansancio amenacen con agotar todas las energías, tratar de concentrarse en la imagen de los hijos fuertes y sanos y en saber que se está llevando adelante el trabajo más importante: la crianza de un ser humano.
- Aprender a mirarse en las diferentes funciones como mujer, madre, profesional y reconocer así los tiempos y las limitaciones propias para saber pedir ayuda a tiempo y poder cumplir con todo y con todos.
- Hacerse un espacio para encontrarse con la pareja fuera de la cotidianeidad. Armar una red de madres con las que haya confianza para que los chicos puedan quedarse a dormir de vez en cuando en la casa de un compañerito, o contar con la ayuda de un familiar para que salir a cenar de a dos y charlar a solas no sea imposible para los padres.
- Buscar ayuda para relativizar los miedos relacionados con la lactancia y la crianza y prepararse para la “olimpíada de múltiples” con un gran sentido del humor.
Como mamá, mujer, esposa y trabajadora, ser conciente de que no se pueden controlar las situaciones pero sí el modo de reaccionar ante ellas, puede ayudar a mantener la calma y el equilibrio en el día a día y en cada uno de los roles que se elija llevar adelante.
Fuente consultada: Profesionales integrantes del staff de Planeta Mamá